ANDA Mérida (2020)
Anda Mérida (2020)
5 FAMILIAS
8 TALLERES
4 Artistas
5 MURALES
1,293 M2
ANDA Mérida surge en los barrios de la Ermita de Santa Isabel y San Sebastián, en los que sus calles han conectado historias desde los inicios del camino real, quienes vieron a viajeros llegar y partir hacia Campeche. Barrios que dieron origen a los Panuchos, dando identidad a todo un estado, barrios en los que su tradiciones se han mantenido atrapadas en el tiempo.
El trabajo con la comunidad de los barrios de San Sebastián y La Ermita de Santa Isabel, antropólogos y cronistas de la ciudad a lo largo de 54 días, fue el inicio de un proyecto de infraestructura emergente que recupera espacios públicos peatonales que promueven la movilidad activa a través de intervenciones artísticas en calle.
El teatro participativo y los dispositivos de consulta vecinal permitieron conocer las necesidades y actividades cotidianas de movilidad entre los habitantes. A partir de ello, se desarrolló una metodología socio-artística en materia de movilidad, que permite crear entornos viales seguros y sustentables que ayuden a descongestionar el transporte público, reducir la velocidad y el uso de vehículos privados. Todo lo anterior ayudará a aumentar el uso de medios de transporte sustentables y eficientes, incentivando los traslados a pie, en bicicleta y otros modos no motorizados que se insertan dentro de la “micromovilidad”.
ANDA Mérida toma como referente el Plan de Movilidad 4S planteada por la SEDATU, la cual propone formas seguras y sustentables de transitar por las ciudades en respuesta a la emergencia sanitaria por COVID-19, y el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable 2040 del Municipio de Mérida (PIMUS Mérida 2040).
Los barrios San Sebastián y La Ermita de Santa Isabel le abrieron sus puertas a los 5 muralistas que plasmaron elementos culturales, históricos, festivos y gastronómicos que identifican a sus habitantes como el torito de la Virgen de Asunción, el achiote, el chocolate y las flores de Maculis, Kukulcán; recuperados de entre las historias de una zona tan llena de vida y participación vecinal.
Queremos agradecer a las y los vecinos de la Ermita de Santa Isabel y San Sebastián, que con amor, escucha y alegría nos abrieron sus puertas y ventanas y entraron a nuestros corazones y los llenaron de esperanza y color.
Gracias a la pasión y entrega de las y los artistas, que plasmaron su magia y cariño en los muros y en las calles, transformando los espacios.
¡Que las paredes sigan hablando y las calles transitando!